DOM. 18 MAR. 2018

Flintstoning

Cuando en osom damos asesoría a startups, después de definir una visión del producto y el negocio, frecuentemente llega el tema del financiamiento, y se vuelve un problema. Incluso cuando hay inversión externa, la cartera no es ilimitada.
Establecer un producto mínimamente viable —el fantástico MVP— es ciertamente un buen curso de acción, pero es un modelo con limitantes:

  • El enfoque del MVP puede ser incorrecto; tendremos una lista de características que necesita tener la plataforma, para implementar un 10 o 15%, que pueden no ser el punto importante de venta
  • El contexto es importante, las pruebas iniciales de Gatorade fueron un fracaso ya que el foco del producto —rehidratar— no es tangible hasta que se hicieron las pruebas con atletas después de hacer ejercicio
  • Podríamos estar sistematizando procesos que aún no son importantes (a esto se le denomina optimización prematura)
  • El usuario necesita tener la experiencia completa (o algo muy similar) para amar al producto—y validar al mismo

La solución en la mayoría de los casos es crear la ilusión de tener algo más completo y funcional de lo que realmente es. Aunque detrás de bambalinas no haya automatización—sino gente procesando la información.

Este es uno de mis conceptos startuperos favoritos, y se le denomina flintstoning, debido a que igual que Los Picapiedra (The Flintstones), los vehículos, las máquinas y los electrodomésticos en la mayoría de los casos eran manuales, pero daban la ilusión de ser algo más.

Frecuentemente con los mismos recursos con los que se construiría un MVP de menos del 20% del alcance real, podemos enfocarlo a hacer procesos más pulidos para el usuario —ordenar un producto, crear un artículo, subir una foto, escribir un review, etc.— mientras que en realidad lo único que se tiene son formularios que se envían por email para ser procesados por una persona.

Las principales ventajas de un modelo de flintstoning es la validación de un producto más apegado a la visión original (al menos para el usuario final), evitar optimización prematura, y saber hacia dónde enfocar los recursos; si la parte de escribir una reseña, por ejemplo, está tomando más del 50% del tiempo del staff que trabaja tras bambalinas, entonces es hora de considerar automatizarlo.

En cierto punto del 2016 existía el proyecto de integrar una plataforma de pagos a Box Factura, idea que —afortunadamente— fue relegada por otras más relevantes e importantes. Resulta que al mercado —principalmente empresarial—, no le parece práctico, o interesante—el cliente quiere que le mande una factura para decidir cuándo y cómo se va a realizar el pago.
Hasta la última semana del año pasado tuvimos un cliente que quiso pagar, llegó a una página que le comentó acerca de que el sistema de cobranza está en mantenimiento, nos escribió por email e hizo el pago en el banco.

Y esa es precisamente la clave del flintstoning; no sacar al usuario de esta fantasía. Si le comunicamos, o descifra lo incompleta que está la plataforma, podríamos perderlo. Por el otro lado, si le decimos que su orden está en proceso y que será contactado en las próximas horas para verificarlo con un asesor; o que su reseña o foto ha sido recibida pero requiere ser aprobada por un moderador, la ilusión persistirá ya que son procesos que no son tan raros en otras plataformas.

Flintstoning fue escrito por @rafael_soto_ el día domingo 18 de marzo de 2018 a las 10:38 p. m.

Este post fue etiquetado: startups artículos tips

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