VIE. 2 OCT. 2015

Cómo Elegir A Un Contador Público

Creo que dentro de la lista de las profesiones más aburridas se encuentran los contadores públicos. Sospecho, además, que es una profesión que mantiene vigente el mismo gobierno—los esquemas de tributación son tan complicados y poco intuitivos que requerimos un profesional para realizarlos correctamente. Sin embargo, estos años bien pueden ser los últimos para los contadores públicos; conforme el fisco tenga más información en tiempo real de los movimientos de los contribuyentes, ellos podrán determinar la cantidad de impuestos a pagar. En Estados Unidos ya es casi una realidad, pero no se termina de gestar debido a que los programas de contabilidad presionan sobornan al Congreso, pues podrían aniquilar por completo su negocio.

Pero como todo en la vida, lo que hacemos, por más sencillo, simplista o pequeño que sea, se puede convertir en un arte. O al menos en una relación ganar-ganar.

Hace unos meses, por razones que tal vez comparta en otra ocasión, tuve que cambiar de contador. En un sondeo entre mis amigos y conocidos que han caído en las garras de hacienda, los puntos que sobresalen son los mismos: siento que mi contador no trabaja para mi, me quita demasiado tiempo, no me asesora.

En las startups dicen que hay dos tipos de productos: las vitaminas, o los analgésicos. Las primeras te permiten potencializar lo que haces: lograr multiplicar la productividad, manteniendo los mismos recursos. Los analgésicos, por el otro lado, quitan un dolor.

Creo que la contabilidad es un analgésico; la cuestión es que los contadores no se han dado cuenta de esto—en el antiguo despacho tenía que llevar impresas mis facturas, muchas de las cuales (por motivos que aún no entiendo), no entraban a ser deducibles y en general el tema de la contabilidad me hacía perder mucho tiempo.
La visión de un despacho exitoso de contabilidad debe ser quitar el dolor del cliente, con el menor contacto posible. Así como un analgésico funciona con sólo tomarnos la pastilla, y no tenemos que hacer nada más.

Pero más importante, aún, es cuando un servicio es analgésico y parte vitamina, o viceversa. Entonces ya no estamos hablando de un negocio con una visión exitosa; es un negocio para un libro de caso de éxito. Mientras que mi contador me quitaba el tiempo a mi—y todavía tenía que pagarle; el nuevo despacho con el que trabajo invierte su tiempo en asesorarme y prevenir problemas. La parte del analgésico funciona como lo debería hacer: con el mínimo esfuerzo. La vitamina es un gran valor agregado.

Los contadores están en el negocio porque el esquema fiscal así lo requiere; los despachos que sobrevivan después de esto, lo harán porque dejaron de vender sólo una píldora para quitar el dolor, y comenzaron a ofrecer otra para que sus clientes pudieran hacer más.

P.S. Contadores en DF Probablemente el sitio web más profesional para un despacho de contadores en todo México. Estoy muy orgulloso del equipo y del resultado final.

Cómo Elegir A Un Contador Público fue escrito por @rafael_soto_ el día viernes 2 de octubre de 2015 a las 12:24 a. m.

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