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Dicen que comenzar es la mitad de todo, que tan sólo por decidirnos, ya tendremos el cincuenta por ciento del camino recorrido. Empezar sí es un gran paso adelante, requiere iniciativa, convicción, gallardía y valentía—poner algo allá afuera da miedo, por lo que vaya a repercutir, por lo que vayan a opinar, pero más aún—por lo que pocos o nadie va a ver.

Y comenzar no es la mitad, hay un camino largo por adelante, a veces mucho más del que pensábamos en un principio; no serán meses antes de ver el primer resplandor del éxito que buscamos, tal vez sean años, e incluso décadas. Tal vez muramos sin saborear las mieles del éxito. Precisamente de esto trata Painting In The Dark, la tercera parte de una serie de videos en torno al arte y a la búsqueda de popularidad.

Impresionante lado de la historia de Van Gogh que no sabía, un artista conocido por los demonios con los que estuvo luchando y que pocas satisfacciones llegaron mientras estuvo en este planeta. Desconocía el hecho de que hubiera empezado su carrera tan tarde, y con tan poco éxito.

Pero él siguió, a pesar de cualquier adversidad, de ser abandonado, de ser desechado, de ser evidentemente inferior a otros artistas. Esta perseverancia, para un extraño, parecería una historia de coraje, pero puede ser explicada de una mejor manera—Van Gogh lo hacía no por la recompensa, sino por disfrutar el reto, no el fin. Su motivación era intrínseca, y era tal vez la que lo llevaba a seguir adelante, a pesar de lo que la realidad era para él.

Esto es muy cierto, de las personas más prolíficas que he conocido, pocos lo hacen por el fin—el camino es suficiente para ellos. Claro que todos quisiéramos ser famosos y reconocidos, pero los números no están a nuestro favor. Es mejor simplemente disfrutarlas y esperar lo mejor.

(Perpetrado de Seth Godin)