MAR. 22 ENE. 2019

Roma Cambiará Radicalmente Al Cine

Probablemente muchos no lo recuerden, pero antes la experiencia del cine era muy diferente a lo que es hoy. Los cines de cadena no existían, casi todos eran operados por empresas independientes y locales; las películas duraban meses en cartelera; existía el concepto de permanencia voluntaria en el que con un boleto nos podíamos quedar en las instalaciones para ver varias películas el mismo día; e incluso existía un intermedio—una pausa a la mitad de la película para ir al baño o comprar más palomitas.
Incluso muchos cines solo tenían un par de salas, mucho más grandes del tamaño promedio que hoy conocemos.

Luego llegaron Cinépolis y Cinemex —y otras cadenas que ya perecieron—, que empezaron a transformar la experiencia a lo que hoy conocemos. Por muchos años estas empresas se convirtieron en la única forma de ver estrenos, y supieron capitalizar su posición. Hasta que llegó Netflix.

La plataforma de streaming decidió hace algunos años tener una película nominada en los Oscares. Tuvieron algunos intentos fallidos, pero la intención ahí estaba y solo era cuestión de tiempo—recursos y talento tienen, al final.
La tormenta perfecta llega cuando encuentran el nuevo proyecto de Alfonso Cuarón, una película que por mucho tiempo no tuvo título y que fue denominada internamente Proyecto Roma. En sus etapas finales de producción vino la mercadotecnia y los trailers, que generaron expectativa y ansiedad por ver si en verdad se trataba de una obra maestra, tal y como lo contaban las voces en Europa.

Ante todo este ruido, Cinépolis busca los medios para poder proyectar la cinta, contacta a Netflix y trata de convencerlos de cambiar la fecha de estreno, ya que requieren de 90 días de exclusividad en la que la cinta no se proyecte a través de ningún otro canal. Su negocio hoy en día es tan endeble que de tener opciones, el consumidor dejaría a los cines en último lugar.
Netflix obviamente se negó; pagó y consiguió un verdadero diamante, y no cederán el control por ningún motivo.

Y algo curioso comienza a suceder: salas independientes empiezan a distribuir Roma bajo las condiciones de Netflix—al final, si un monstruo como Cinépolis no pudo negociar un buen trato, estas salas no tendrían oportunidad. Estos cines independientes se comenzaron a llenar, incluso después del estreno en la plataforma, y los ejecutivos de Cinépolis seguramente vieron un jugoso negocio escaparse de sus manos por la famosa ventana.

Los cines hoy están en una encrucijada; la ventana de 90 días es su propia regla, pero temen romperla una vez y que ya no haya vuelta atrás. El negocio del cine, al final, se basa en ser el único que nos puede proveer la experiencia. Y este modelo funcionó durante mucho tiempo siendo un binomio entre las productoras de películas y los cines, pero ahora los productores están en todos lados, y tienen una variedad de opciones para distribuir su contenido, y las plataformas de streaming son las mejores.

Evidentemente esto no sucederá para todas las películas. Disney, incluso teniendo su plataforma, preferirá distribuiar Avengers y Star Wars en el cine; es demasiado grande el riesgo de no tener a un cine como distribuidor. Pero para películas con alcance más de nicho, artístico, o presupuestos más pequeños, los canales alternativos seguramente no cambian mucho los ingresos.

Este año Netflix ha mostrado el camino, y Amazon, HBO, Hulu y Disney están tomando nota. Si los cines no cambian sus reglas, y sus estándares de la industria —y la experiencia que entrega al consumidor—, comenzarán a perder más oportunidades. Si bien no quieren que suceda lo que ya pasó con Roma, tampoco están dispuestos a cambiar sus modos.

Roma Cambiará Radicalmente Al Cine fue escrito por @rafael_soto_ el día martes 22 de enero de 2019 a las 9:17 p. m.

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